Así vemos el futuro de los objetos y servicios

Nuestro equipo ha desarrollado varios proyectos a lo largo de su recorrido laboral que pretendían cubrir una necesidad determinada. Ahora y cada vez más, trabajamos en proyectos inspirados directamente en la experiencia de usuario y de cómo mejorar la interacción de dichos usuarios con su entorno o materia que les rodea.

Dentro de cada actividad diaria vemos infinidad de posibles mejoras que harían más fácil la realización de estas tareas. Un claro ejemplo lo encontramos en el momento de realizar la compra en un supermercado. Es conocida la existencia de propuestas que ofrecen soluciones a posibles necesidades y que alteran el proceso de compra de los usuarios, proyectos realizados tanto por parte de nuestro equipo (Ver proyecto Onmon Systems) como por parte de otras marcas comerciales.

Bien es cierto que todos estos progresos tecnológicos se llevan a cabo a fin de optimizar, agilizar y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de las personas, ¿pero las personas sabrán adaptarse fácilmente a este cambio?¿Cómo de preparada está la sociedad para aceptar esta evolución tecnológica?

Lo que queda evidente es una necesidad clara de adaptación por y para la tecnología. En la sociedad actual nos condicionan a adaptarnos tecnológicamente para no quedarnos atrás. Es por ello que a raíz de aquí nacen empresas capaces de adaptar las actividades tecnológicas para que sean comprendidas y adaptadas para todos.

Así pues vemos cada día más factible una evolución y preparación educacional hacia la industria 4.0 que hará que nos sintamos más preparados de cara a la rápida evolución tecnológica que sufrimos a diario en la sociedad actual.

Como vemos el futuro de los objetos

El cambio tecnológico también implica un cambio social. El objetivo de la evolución de los productos y servicios es conseguir una mejor calidad de vida para la sociedad, pero ésta ha de estar preparada para los cambios que se avecinan.